EE.UU. anunció este viernes revocó los visados a 49 «robolucionarios» del régimen criminal de mMaduro, y sus familiares, quienes a partir de ahora no podrán entrar o residir en territorio estadounidense.
En una rueda de prensa, el enviado especial de EE.UU. para Venezuela, Elliott Abrams, explicó que las nuevas restricciones afectarán al «círculo cercano» de Maduro, pero rechazó detallar cuál era el número exacto de sancionados debido a normativas internas del Gobierno.
El enviado de la Casa Blanca no especificó el número de personas afectadas por la nueva medida, pero posteriormente el portavoz del Departamento de Estado, Robert Palladino, precisó en un comunicado que el 28 de febrero se revocaron los visados de 49 «funcionarios que están de acuerdo con Maduro» y sus familias.
«Los partidarios de Maduro que abusan o violan los derechos humanos, roban al pueblo venezolano o socavan la democracia de Venezuela no son bienvenidos en EEUU. Tampoco los miembros de su familia que disfrutan de un estilo de vida privilegiado a costa de la libertad y la prosperidad de millones de venezolanos», dijo Palladino.
Abrams fue consultado sobre si el intento de desplazar a Maduro con la figura del presidente interino Juan Guaidó había perdido impulso tras el fracaso de la semana pasada. El enviado de Trump negó que ese fuera el caso, aunque dejó claro que no considera que se pueda poner plazos fijos a la caída del régimen chavista.
«No estoy preocupado por la supuesta pérdida de impulso que alguna gente aduce. Tu viste que Juan Guaidó se ha convertido en una figura más internacional en las últimas semanas de lo que era antes. No era muy conocido, ahora está en reuniones con una serie de presidentes latinoamericanos, con nuestro vicepresidente», expresó el diplomático quien tiene una larga y polémica historia en el servicio exterior estadounidense.
Abrams expresó satisfacción por la sesión de la víspera en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde una resolución sobre Venezuela propuesta por EEUU contó con los votos favorables de nueve de los 15 miembros, pero fue vetada por Rusia y China.
«Las dictaduras se terminan, algunas duran por un tiempo largo, otras son más cortas. Esta en Venezuela también llegará a su final. Esperamos que lo haga de una manera rápida y pacífica», aseguró, aunque reconoció que «el apoyo ruso y chino ayuda a Maduro».
Sin embargo, consideró que esos países no van a «destinar grandes cantidades de dinero» para apuntalar al gobierno venezolano.
«Les hemos presentado a ellos el argumento, sin éxito hasta ahora, tanto a Rusia como a China, que no se están ayudando a ellos mismos, si su preocupación es la recuperación del dinero que han invertido o prestado: una economía venezolana en bancarrota no podrá devolver esos montos. Solo una Venezuela en recuperación podrá hacerlo y eso no va a suceder bajo el régimen de Maduro».