En reiteradas ocasiones el gobierno de Estados Unidos ha emplazado a Rusia a no seguir respaldando a Nicolás Maduro, pero por primera vez lo hace cara a cara en medio de una rueda de prensa bilateral.
El secretario de Estado Mike Pompeo se reunió este martes 14 de mayo con su homólogo ruso Serguéi Lavrov, con quien discutió la crisis en Venezuela y la importancia de la salida de la dictadura en el país suramericano.
«Llegó la hora de que Nicolás Maduro se vaya, solo le ha causado miseria al pueblo venezolano, y esperamos que el apoyo ruso a Maduro cese», declaró Pompeo junto a Lavrov, tras una reunión en Sochi, Rusia.
Además, aseguró que Washington se opone terminantemente a que cualquier país se inmiscuya en los asuntos de Venezuela: «Esperamos que el apoyo ruso a Maduro se termine», comentó.
Las contundentes declaraciones de Pompeo frente al funcionario ruso demuestran que Estados Unidos incrementa la presión sobre el gobierno de Vladimir Putin, el cual se ha convertido en los últimos años en el salvavidas de Maduro.
El jefe de la diplomacia rusa indicó que Moscú comprende que en ambas partes se han acumulado «sospechas y suspicacia», pero recalcó que Rusia y Estados Unidos nada ganan con ello.
«Por el contrario, el encarnizamiento mutuo aumenta los riesgos para nuestra y vuestra seguridad, y provoca alarma en toda la comunidad mundial», dijo Lavrov a Pompeo.
Según el ministro ruso, una de las condiciones para estabilizar las relaciones bilaterales es el «restablecimiento de un diálogo basado en la confianza en distintos niveles, desde el más alto hasta el de trabajo».
«Intentémoslo, veamos qué sale», invitó Lavrov al secretario de Estado.
(Con información de Infobae)